sábado, 30 de mayo de 2020

La luz se apaga, a veces más temprano de lo que debería

Está claro que nunca sabemos de la muerte hasta que la presenciamos muy de cerca. La muerte es esa palabra que a muchos nos aterra pronunciar, y que pocos son capaces de afrontar. Es verdad que en el colegio te enseñan a sumar, a restar, a leer, a escribir... Pero no te enseñan a afrontar los verdaderos problemas de la vida. No te enseñan cómo seguir adelante cuando sientes que todo se viene abajo. Cuando sabes que las personas que más te importan en este mundo están sufriendo. No te enseñan cómo hacer desaparecer esa sensación extraña que tienes dentro de ti cuando sabes que no vas a volver a ver a una persona nunca más. Que no volverás a oír su voz. Solo en tus recuerdos, ahí permanecerá, en tu memoria. 

"Aprender a morir", decía Séneca. "Medita sobre la muerte" Quien esto dice, nos exhorta a que meditemos sobre la libertad. Sabias palabras de este filósofo. 
Ya eres libre, D.E.P.

1 comentario:

  1. Lucía, lo primero es acompañarte desde la distancia en este trago tan amargo. Lo siento.
    Y es fácil sentirlo porque el dolor de la pérdida es tan común, que cualquiera se puede poner en tu piel y por lo que estás pasando (a mí, con tu edad, me pasó lo mismo). Aunque el dolor es solo tuyo y esa lucha interior, esa desazón, esa rabia y tristeza ya han marcado su huella en tu personalidad para siempre. Y eso no es malo. Aunque ahora no le veas sentido a nada, tampoco a mis torpes palabras.
    Es cierto que en la escuela no os enseñamos lo importante, lo que tú describes con tanta precisión (como siempre, por cierto, como demuestras en otras entradas de este blog que es una rara avis y debería ser lo normal). Sin embargo, has usado una ayuda clásica de las últimas clases que hemos dado en este “annus horribilis”, como diría, Gonzalo, tu profesor de latín. Séneca está ahí para ayudarte, para acompañarte, para consolarte sin mentirte, sin poner paños calientes y ocultar un rostro de la vida que es fundamental: la pérdida de lo que más amamos. Escribir lo que has escrito, te convierte en una mujer increíble, fuerte, inteligente, sensible… Ya lo eras y lo demuestras en cada tarea que entregas. Aférrate a esa parte de ti misma porque es un modo de aprehender a soportar lo insoportable.
    En fin, recibe mi apoyo y mi cariño desde la distancia, espero que esta distancia no sea un obstáculo infranqueable para que sientas que te acompaño en el dolor que supone estar vivo. Se es más libre también, cuando se conocen de primera mano las reglas del juego, como en tu caso, como en el mío.
    Un abrazo sincero y un beso, los míos no contaminan. Y gracias por aplicar las clases a tu vida diaria, es el único modo de hacer filosofía.

    ResponderEliminar